Un llanto perdido le provocaste
Y sin la intención de calmarle
De un cielo le arrojaste
El daño ya estaba hecho
Abierta la herida estaba
Y mientras su alma se desangraba
Lentamente la luz se opacaba
Destrozaste sus ilusiones
Deformaste sus esperanzas
Y a su nueva vida
Manchaste sin pisarla
Con cicatrices en sus ojos ahora paga
Ya en una tormenta desconsolada
Pues ya de ellos sólo brotan
Cicatrices desde el alma.